El título de la presente columna viene en referencia a un poema que escribí —incluido en mi primer poemario Entropía— en tono de reclamo social sobre los bullicios que atormentan a muchas personas con TEA (Trastorno del Espectro Autista). Entonces, ¿Qué hace falta para que la sociedad comprenda esta problemática que afecta, también, a los animales? Tal vez la respuesta sea vivir en carne propia nuestro sufrimiento, nuestras crisis nerviosas y el dolor que sentimos, similar a un martillazo al oído, al escuchar la explosión de fuegos artificiales. Se debe agregar que los pirotécnicos provocan, también, una fuerte contaminación ambiental debido a las sustancias químicas nocivas para el hombre y los animales.
Los animales, así como las personas con autismo, son más sensibles a diversos ruidos. Por lo tanto, debido a su hipersensibilidad, sufren situaciones que no pueden controlar por sí mismos; sobre todo, pánico y stress crónico
Posible solución política:
Reemplazar el uso de pirotécnicos por tecnología como drones que proyectan colores, formas, efectos y reproducen música agradable. Un buen ejemplo de ello fue China que recibió al año 2020 con unos 2 mil drones que formaron figuras y frases en el cielo.
Esta alternativa debería ser una alternativa, mejor dicho, una propuesta política que debe ser evaluada en el Perú. De esta forma reducimos la contaminación, evitamos el sufrimiento injustificado de animales y personas con autismo.v
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